domingo, 22 de noviembre de 2015

Mozart y Haydn

Raoul Dufy- Orchestre symphonique.

Hay muchas formas de triunfar en la vida, pero sobre todo hay dos: la más espectacular es cuando el triunfo se convierte en éxito y el triunfador es aclamado por las multitudes; la otra forma, más callada, es la del hombre constante que triunfa más despacio y su obra, tan sólida o más, tarda en alcanzar un reconocimiento. Mozart y Haydn, para que me entiendan. Los partidarios de Mozart dirán que fue superior a Haydn, que fue un genio de la música y que, a pesar de su corta vida, escribió obras maestras  intemporales; los que simpatizan más con  Haydn, como quien esto escribe, dirán que fue menos espectacular pero más profundo, y que sentó las bases de la música sinfónica. La realidad es que ambos compositores se complementaron, se necesitaron, se admiraron y además fueron amigos.
Haydn inventó la sinfonía y el cuarteto de cuerda; Mozart engrandeció estas formas y superó a Haydn en la ópera. Los tríos para violín, contrabajo y piano de Haydn son insuperables; las sonatas y los conciertos para piano de Mozart marcaron el camino a Beethoven.