martes, 6 de octubre de 2015

Versión original


Cuando yo era joven, escuchar las canciones de música pop en otra versión que no fuera la original era casi un sacrilegio. No era un capricho, por lo general las segundas o terceras versiones de una canción rara vez alcanzaban la calidad de la versión original, que éramos capaces de reconocer con solo escuchar los primeros compases. Hoy vamos a recordar algunas excepciones a esta regla.

The first time ever I saw your face. Es una canción folk de 1957 escrita por el activista británico Ewan MacColl para su amante, la cantante Peggy Seeger. La canción pasó sin pena ni gloria y solo en 1962, cuando fue grabada por The Kingston Trío, alcanzó una discreta notoriedad. Existen versiones de otros grupos folk, como Peter, Paul and Mary y The Brothers Four, que tampoco hicieron despegar esta composición.

Escuchen la poco afortunada versión original de Peggy Seeguer, cuya voz no era lo que dice agradable.


Esta canción alcanzó el éxito absoluto en 1972,  en la voz de la cantante y pianista Roberta Flack, que se olvidó del ritmo folclórico original, transformándola en una balada romántica. ¿Pero cómo se le pudo ocurrir a su autor componer una  folk song con esta letra?:
The first time ever I saw your face
I thought the sun rose in your eyes
And the moon and the stars were the gifts you gave
To the dark and the endless skies, my love
To the dark and the endless skies.

Roberta Flack deshizo la incongruencia: su voz rezumaba sensualidad por todos los poros. Escúchenla.



A pesar del éxito, MacColl siempre renegó de la versión de Flack y sucesivas versiones.

My way. Esta balada es una adaptación al inglés, realizada por Paul Anka, de la canción francesa "Comme d'habitude", escrita por el cantante pop Claude François y Jacques Revaux, con letra en francés de Claude François y Gilles Thibaut, en 1967. Claude compuso esta canción después de haber roto su relación sentimental con la cantante francesa France Gall, que había sido la ganadora, dos años antes, del Festival de Eurovisión con la mil veces oída cancioncilla "Poupée de cire, poupée de son", compuesta por Serge Gainsbourg.  


No sé si "Comme d'habitude" triunfó en su país, pero no recuerdo que llegara a España. Paul Anka la escuchó durante unas vacaciones en el sur de Francia y voló a Paris para negociar los derechos de la canción. Dejó dicho: " Era una grabación malísima, pero me pareció que tenía algo". Un tiempo después estuvo cenando con Frank Sinatra en Florida. El croonner le confesó: "Voy a dejar este negocio. Me pone enfermo y, además, me estoy yendo a la mierda". Cuando regresó a Nueva York, Anka desempolvó la canción de François, escribió otra letra en inglés (que no tenía nada que ver con la original) y trabajó en la música. A las cinco de la mañana telefoneó a Sinatra, que estaba en Las Vegas, y le dijo: "Tengo una canción para ti". Sinatra grabó "My way", la canción que enderezaría su carrera,  en diciembre de 1968. El resto ya lo saben, "My way" se convirtió en un estándar y es una de esas canciones que hemos oído hasta la saciedad.
Les dejo la versión de Paul Anka que está menos oída.


Spanish Eyes. En la década de los sesenta se pusieron de moda, en la música pop,  las composiciones instrumentales. Antiguos directores de orquesta, que hasta entonces habían actuado en cabarets y night clubs, grabaron discos de éxito. Uno de ellos, el alemán Bert Kaemfert, popularizó en Europa piezas orquestales bailables como "Wonderland by night" y "Moon over Naples". 



En 1965 Eddie Snyder y Charles Singleton, escribieron una letra para "Moon over Naples" y la rebautizaron como "Spanish eyes", pensando, tal vez, que la música italiana se adaptaba sin problemas a la mujer española. El cantante elegido fue Al Martino, un crooner de segunda fila que se haría de oro con "Spanish Eyes", una de las canciones más grabadas de la historia. Martino aumentaría su popularidad en 1972 interpretando al cantante Johnny Fontana en la película de Coppola "El Padrino".