martes, 28 de enero de 2014

Across The Universe

Recreación artística de un agujero negro

Stephen Hawking ha dicho que los agujeros negros no existen, o al menos no como se pensaba que eran. Más que el interés científico o periodístico que pueda despertar esta afirmación, me asombra que alguien se atreva a decir que no existe algo que todavía no estaba demostrado que existiese. Hay que tener una altísima autoestima y una audacia considerable para negar en cuatro folios lo que uno ha estado defendiendo toda su vida. El filósofo Ludwig Wittgenstein hizo algo similar. Al final de su vida cambió el pensamiento que había plasmado en su "Tractatus logico-philosophicus", para dar un giro radical a su teoría del lenguaje.

Pero así como las ideas de Wittgenstein solo son conocidas por eruditos, el término agujero negro ha hecho fortuna y se ha incorporado al lenguaje coloquial. De modo que no solo hay agujeros negros en el espacio, sino también en los bancos, en las empresas, en la economía de un país y en todo aquello que suponga la desaparición subrepticia de lo que debería estar en su lugar y de pronto ya no está. La analogía es correcta, porque un agujero negro es un objeto estelar (supuestamente una estrella que se colapsa sobre sí misma) cuya gravedad es tan intensa que ni siquiera la luz es capaz de escapar a su atracción, y todo lo que cae en su oquedad desaparece para siempre. Teóricamente, claro, porque nadie ha demostrado experimentalmente que tales objetos existan y solo se cuenta con demostraciones matemáticas, simulaciones por ordenador y observaciones astronómicas indirectas. Por eso dije antes que hay que tener valor para decir que no existe lo que ni siquiera se sabe si existe.

Lo que ha dicho Hawking es que la información y la energía atrapadas por un agujero negro solo se quedan en ese pozo sin fondo de manera temporal, ya que la física cuántica "permite" que la energía y la información escapen del agujero, si bien en forma caótica y desordenada. Lo cual a nivel popular resulta perfecto, porque por lo que vamos viendo es así, de manera caótica y desordenada, como se recupera habitualmente lo sustraído en los agujeros negros financieros.

Y ahora oigan a Fiona Apple cantando una preciosa versión de Across The Universe.