lunes, 20 de enero de 2014

Deprisa


Anticultura

"Cuando oigo la palabra cultura, desenfundo la pistola". Esta frase se atribuye a  Hermann Goering, aunque es probable que nunca la pronunciara. Es una de esas sentencias que alguien dice y fructifica con rapidez, porque es una metáfora acertada de una determinada manera de pensar. Tampoco podemos atribuírsela al ministro Wert, porque, que sepamos, este político no acude con pistola al Congreso, si bien sus públicamente expresadas ideas inducen a suponer que pudiera estar utilizando una poderosa arma anticultura, metafóricamente hablando. Es notorio que en este país, desde el pasado mes de septiembre, el IVA para producciones culturales ha aumentado del 8% al 21%, y como justificación de este despropósito un portavoz de Hacienda ha calificado algunas de las actividades culturales de “entretenimiento”, por ejemplo, el cine y el teatro.

Escribe sobre este ambiente adverso a la cultura Nuccio Ordine, filósofo y profesor de literatura italiana de la Universidad de Calabria, en su libro "La utilidad de lo inútil". Lo inútil es lo que para nuestros actuales gobernantes no es lucrativo, es decir la cultura. Pero para Ordine la cultura es  " un antídoto contra la barbarie de lo útil". Vivimos ciertamente una época de exaltación de lo inmediato, de lo eficaz, de lo útil, en la cual todo aquello que no produce beneficios materiales debe ser restringido u olvidado. En este sentido hemos retrocedido a más allá de la Edad Media, porque incluso en la sociedad feudal existía el mecenazgo que permitió el mantenimiento del arte, la música  y la literatura.

En el contexto cósmico el hombre no es muy diferente de otras especies y no debe esgrimirse la cultura como algo que nos hace superiores a los demás animales. No debe entenderse lo cultural como un privilegio sino como una equivalencia. Los animales nacen con un superior instinto para la supervivencia y la adaptación a su hábitat natural, pero el hombre, menos dotado en este aspecto, posee un lenguaje y una capacidad para transmitir conocimientos que es equivalente al instinto genético de supervivencia de otras especies. Esto es la cultura y no debe deificarse, pero tampoco olvidar que es el instrumento de transmisión del conocimiento humano y por tanto el motor del progreso. Por eso es un error grave afirmar que la cultura es inútil, porque sin ella todo lo que ahora parece útil e inmediato se desmoronará en poco tiempo. Como señala Ordine, si prescindimos de la cultura "las generaciones futuras dejarán de ser personas en sentido estricto."


Hace ciento sesenta años Víctor Hugo, ante la Asamblea constituyente de Francia, pronunció estas palabras: “Las reducciones en el presupuesto especial de las ciencias, las letras y las artes son doblemente perversas. Son insignificantes desde el punto de vista financiero y nocivas desde todos los demás puntos de vista”. Cabe suponer que el ministro Wert no es partidario de Víctor Hugo.