sábado, 29 de noviembre de 2014

2002


Panorama desde el puente (Diálogos de besugos 2)

- Le ha robado usted el título a un gran dramaturgo.
- Pues sí, lo he tomado prestado de Arthur Miller, uno de los afortunados mortales que tuvo conocimiento carnal de Marilyn Monroe. Me ha parecido adecuado para describir cómo contemplamos la vida los jubilados, los que nos hemos apartado del camino y somos meros espectadores de lo que ocurre. Al menos yo me siento así.
- ¿Va a seguir hablando de Podemos?
- Sí, pero antes tengo que analizar una sentencia: "El poder corrompe". Seguro que la ha oído muchas veces.
- Los espíritus no oímos.
- Ya, bueno, como sea. Suele ocurrir que las frases afortunadas persisten en el tiempo, más o menos modificadas, y a menudo se olvida quién fue su autor y en qué situación fueron pronunciadas. La frase mencionada proviene de un dictamen pronunciado en 1887 por el historiador católico británico John Edward Emerich Dalkberg Acton, más conocido como Lord Acton. La frase original es: "El poder tiende a corromper y el poder absoluto corrompe absolutamente". Que la frase se ajusta a la realidad está fuera de toda duda, pero lo interesante es el contexto en que fue dicha.  Acton era un noble católico de madre alemana y padre inglés. Se formó en Alemania  especializándose en Historia de la Iglesia y de las religiones. Católico de ideas liberales, se opuso a la proclamación del dogma de la infalibilidad pontificia - Pio IX era entonces Papa- en el Concilio Vaticano I, en el que intervino, sin conseguir que el dogma no fuese proclamado. Muy disgustado lord Acton remitió una carta al obispo Mandell Creighton, autor de una monumental Historia del Papado, al parecer muy benévola al juzgar la conducta de algunos papas, en la que figura la famosa frase:

"No puedo aceptar su doctrina de que no debemos juzgar al Papa o al Rey como al resto de los hombres con la presunción favorable de que no hicieron ningún mal. Si hay alguna presunción es contra los ostentadores del poder, incrementándose a medida que lo hace el poder. La responsabilidad histórica tiene que completarse con la búsqueda de la responsabilidad legal. Todo poder tiende a corromper y el poder absoluto corrompe absolutamente. Los grandes hombres son casi siempre hombres malos, incluso cuando ejercen influencia y no autoridad: más aún si se considera la tendencia o la certeza de la autoridad hacia corrupción".

- ¿Qué saca usted en consecuencia?
- Nada nuevo. Pero me encanta rescatar historias antiguas y comprobar que siguen vigentes.
- ¿No dice nada de Podemos?
- Mejor lo dejamos para otro día.

Fuente: Wikipedia

martes, 25 de noviembre de 2014

Lejos


Diálogos de besugos

- Habla usted demasiado de política -me dijo ayer el espíritu.
-¿Y qué quiere que haga si no se habla de otra cosa? -me defendí -. Con mi mujer hablo de política, con mis hijos hablo de política, las páginas de opinión de la prensa están llenas de política... hasta leo libros de política, algo que no había hecho nunca.
-La culpa es de la corrupción, claro.
- De la corrupción y de Podemos. Raro es el día que no hay un comentario en la prensa sobre Podemos y yo, créame, a veces tengo que hacer esfuerzos para no escribir sobre ellos. Estos chicos están en la cresta de la ola, atemorizan a unos, desconciertan a otros y llenan el vacío de ilusión de mucha gente. Unos piensan que son el Apocalipsis  y otros que son la resurrección y la vida.
-¿A usted le atemorizan o le ilusionan?
-Ni una cosa ni otra. Ya soy muy mayor para temerle al lobo feroz o para quedarme embobado con los trucos de magia. ¿Sabe lo que me preocupa si ganan? Que se queden a medias, que no puedan cumplir sus promesas, que repitan lo de "OTAN, de entrada no" para luego pedir un sí urbi et orbe, como hizo González en los 80. Porque mire, si los de Iglesias no ganan, si se quedan en tercera fuerza, apaga y vámonos. A la gente de este país no le interesan para nada las terceras fuerzas. Si Podemos fracasa seguiremos con el bipartidismo puro y duro en el más depurado estilo lampedusiano, que es lo que en el fondo desean con fervor tanto el PP como el PSOE y ponen todos los días velas a Santa Rita para conseguirlo. Podemos es, para los establecidos, la amenaza, el espantapájaros, el nubarrón, cualquier cosa que simbolice el temor a perder los privilegios del poder. Y para los que están fuera, para los agraviados, es el castigo, la espada flamígera, el ángel exterminador.
- ¿Cree usted que los políticos merecen un castigo?
- Sí, la mayoría, pero como ha dicho un escritor amigo no se puede confundir el castigo del delito con la solución, aunque forme parte de ella. Desde luego ha habido delitos, corrupción, fraude, nepotismo, robo a mano armada, lo que usted quiera. Pero esto ya lo sabía mucha gente antes de la crisis. ¿Por qué nos sorprende ahora? Mire, no me gusta repetirme, ya escribí algo de esto en otra entrada. Somos un pueblo que vitorea la obviedad, eleva al oportunista que dice en público lo que todo el mundo ha pensado. Ésa es la carta ganadora de Podemos. Pero lo que a mí me asusta es la letra pequeña.  
- ¿A qué se refiere?
- Al cambio. El mundo ha cambiado y nosotros no vemos más allá del señor Mas o el señor Iglesias, nuestros problemas son de patio de vecinos, la última ficha del dominó. Lo dice con claridad el economista Tyler Cowen: "Quien cumplía las reglas del juego de una sociedad conseguía la estabilidad. Esto es lo que se ha acabado". Una visión pesimista pero lúcida. Ya no vale el esquema anterior de la clase media: educación básica, universidad, titulo, empleo, carrera profesional, hijos, educación, etc. La gente no sabe lo que le va a ocurrir: hay una dispersión de ideas, una patada al puzle, una desconfianza masiva en las jerarquías, cada mañana nos cuentan un futuro diferente, más o menos catastrófico, se esbozan soluciones contradictorias, nadie sabe qué hacer, solo permanecen incólumes Messi y CR. Nunca fue más cierta la frase de Sir Francis Bacon: "Truth emerges more readily from error than from confusion".  Ahora bien, ¿cambia todo por la crisis o hay crisis como consecuencia del cambio? La desigualdad, la corrupción, la deshonestidad son solo síntomas, ¿pero cuál es la enfermedad, el diagnóstico? Creo que nadie lo sabe. Los diagnósticos son tan dispersos como todo lo demás.
- ¿Tendrá Podemos la solución?
- No lo creo. Ellos invocan la voluntad popular como depositaria de la verdad. ¡Se ha hecho tantas veces! Mire, hay una marca de lencería americana que ha renunciado a utilizar Photoshop en sus imágenes publicitarias. Como consecuencia sus ventas han aumentado de manera sorprendente. ¿Habrá alguna vez políticos que declaren sin rubor que ni ellos ni el pueblo son perfectos? Vivimos, no sé desde cuando, en una democracia Photoshop.
- Se ha puesto usted trivial.
- Qué remedio.

martes, 18 de noviembre de 2014

Cantantes del pasado: Bobby Darin

Bobby Darin (Nueva York, 14 de mayo de 1936 - Los Ángeles, 20 de diciembre de 1973), cuyo verdadero nombre era Walden Robert Cassotto, fue uno de los cantantes más populares e ídolo de adolescentes de las décadas de 1950 y 1960. Interpretó diferentes géneros musicales como  folk, country, pop y jazz y trabajó como actor en varias películas, llegando a estar nominado a un Óscar en 1964.

Darin nació en el seno de una familia pobre de clase trabajadora del Bronx, Nueva York. Su padre provenía de una familia italiana y desapareció unos pocos meses antes de que Bobby naciera. Como resultado, su madre (que provenía de una familia descendiente de colonos ingleses e italianos) se vio forzada a pedir ayuda para cuidar a su hijo. De pequeño tuvo una salud frágil, quizá por una dieta deficiente y una escasa atención médica. A los 8 años le diagnosticaron fiebre reumática,  enfermedad que le causó serios problemas de corazón. Una vez oyó cómo su médico le decía a su madre que tendría mucha suerte si llegaba a los 16. Bobby tenía un gran talento para la música. Cuando era adolescente podía tocar varios instrumentos como el piano, la batería y la guitarra. Alumno destacado, con un elevado cociente intelectual, Bobby se graduó en el Bronx High School of Science y después asistió al Hunter College con una beca. Lo que Bobby quería realmente era tener una carrera para actuar en el Teatro de Nueva York. Dejó los estudios y comenzó a trabajar en Clubes Nocturnos como cantante con un conjunto de música. También trabajó en un centro turístico de las montañas de Catskill como animador.

Walden eligió como nombre artístico Bobby Darin. Bobby porque lo habían llamado así desde niño, y Darin porque una vez vio un restaurante chino llamado "Darin Duck". El nombre del restaurante era realmente "Mandarin Duck", pero se habían fundido las primeras letras del anuncio de neón. Cuando Darin tenía 35 años descubrió que quien parecía ser su hermana era en realidad su madre que había quedado embarazada muy joven. Y la mujer que pensaba Darin que era su madre era realmente su abuela. La identidad de su verdadero padre nunca le fue revelada.

En 1956 su agente firmó un contrato con Decca Records donde Bill Halley and his Comets habían alcanzado la fama. Sin embargo Darin, como muchos otros cantantes, empezó cantando éxitos de otros artistas.Cuando dejó Decca Records firmó con Atlantic Records, donde escribió música para él y para otros artistas. Después de tres grabaciones mediocres, su carrera empezó a despegar en 1958 cuando lanzó el single Splish, Splash, que se convirtió en un éxito vendiendo más de un millón de copias. A partir de entonces, Bobby tuvo un gran éxito comercial. En 1959 grabó Dream Lover,  que vendió varios millones de copias. Su éxito posterior fue Mack the Knife, el clásico de Kurt Weill de La Opera de Tres Peniques, melodía que estuvo como número uno en la lista de Billboard en el año 1959 cerca de 8 semanas.

Su siguiente éxito, Beyond The sea, una versión de la canción francesa La Mer, de Charles Trenet, nunca fue número uno, pero vendió varios millones de copias y gracias a esta canción Bobby ganó un premio Grammy en la edición de 1960. En esa década Darin encabeza los carteles de los casinos más importantes de Las Vegas. Tuvo otros éxitos que llegaron a los primeros lugares de las listas de Billboard, como"Things" y  "Multiplication". Interpretó este último tema en la película Come September (Cuando llegue Septiembre), en la que actuó junto a Rock Hudson, Gina Lollobrigida y Sandra Dee. 


En 1962 ganó un Globo de Oro por su papel en Pressure Point. En 1963 fue nominado a un Oscar por su papel de soldado en Capitán Newman . Bobby Darin se casó con Sandra Dee en 1960 y en 1961 tuvieron un hijo, Dodd Mitchell Darin, divorciándose en 1967.También hizo incursiones en la política, trabajando en 1968 para la campaña presidencial de su amigo Robert Kennedy. El asesinato de Robert marcó a Bobby y éste publicó 2 álbumes protesta de música Folk. A principios de los 70 continuó actuando y grabando en estudios como Motown Records. En enero de 1971 fue operado para corregir la afección de corazón con la que había vivido desde pequeño. En 1972 Darin tenía su propio show en la televisión
norteamericana NBC (The Bobby Darin Amusement Company) que duró 2 años. También siguió actuando en Las Vegas donde le administraban oxígeno después de cada actuación, dada la lesión cardíaca que tenía. Fue embajador de buena voluntad de la asociación americana del corazón.


El 20 de diciembre de 1973, a los 37 años, Darin murió en una operación de corrección de las válvulas cardíacas. Su cuerpo fue donado a la UCLA para la investigación. La estrella de Bobby Darin en el Paseo de la fama de Hollywood está en el 1735 de Vine Street. La canción "Beyond the Sea" es cantada con el mismo tipo de arreglo, compases musicales, instrumentos y pausa musical, por el cantante inglés Robbie Williams, cuando termina la película "Buscando a Nemo", de Pixar Animation Studios, y aparecen los créditos de la película. En 2004 Kevin Spacey protagonizó y dirigió Beyond The Sea, una película que narra la vida de Bobby Darin.


Aunque Bobby Darin siempre estuvo muy presente en los escenarios de Las Vegas y demás ambientes compartidos con el Rat Pack, nunca tuvo nada que ver con dicho grupo, formado por Frank Sinatra, Dean Martin y Sammy Davis Jr. Es más, Darin aseguró en varias ocasiones durante su carrera que superaría en todo lo que pudiese al "señor Sinatra".

Fuente: Wikipedia

domingo, 16 de noviembre de 2014

Cervecita


Que me lo expliquen

De mis amigos brasileños
Javier Marías vuelve a quejarse en su artículo de hoy de las descargas ilegales de libros y se lamenta de que mucha gente piense que la cultura debe ser gratuita. También Cesar Antonio Molina (el que no tenía glamour, ¿recuerdan?) se apunta a esta guerra y se enfada porque los escritores de prestigio venden poco (¿él?). Ya he expuesto aquí mi opinión sobre la ilegalidad de las descargas gratuitas, pero voy a hacer alguna matización. Consideren esta secuencia: En un determinado momento la gente descubre en Internet la posibilidad de descargar películas, series de televisión, discos y libros sin que le cueste un euro. Un porcentaje de usuarios, digamos un 25%, tiene escrúpulos morales y rechaza la gratuidad; el resto dice que "verdes las han segado" y atiborra sus discos duros con productos pirateados. ¿Cómo es posible que ocurra esto, si tiene toda la pinta de ser un atentado contra la propiedad intelectual?, se preguntan algunos. Es que en Internet hay un vacío legal, contestan los enterados. Y uno piensa: bueno, si sobre esta materia no hay ley, los legisladores harán una dentro de poco. Veamos lo que ocurrió en España y en otros países.

El 27 de noviembre de 2009, el gobierno Zapatero presentó como iniciativa legislativa la LES (Ley de Economía Sostenible), cuya disposición final cuadragésimo tercera era la famosa Ley Sinde, relativa a la regulación de webs y la protección de la propiedad intelectual. Sin embargo, por causas desconocidas, fue eliminada del proyecto de ley en el debate parlamentario. Aunque fue recuperada en el Senado, con ayuda del PP y CIU, y finalmente aprobada en el Congreso en febrero de 2011, el gobierno de Zapatero no llegó nunca  a aprobar el reglamento de esta ley por falta de consenso entre sus miembros (?). Tuvo que ser el siguiente ejecutivo, tres años después, con el inefable ministro Wert a la cabeza, el que de manera definitiva pusiera en marcha la Ley Sinde en febrero de 2012. Un mes antes se había producido una conmoción mundial por el cierre de Megaupload por parte del FBI.

¿Han llenado el vacío legal estas medidas? En nuestro país, que sepamos, lo único que ha hecho la Ley Sinde ha sido cerrar Series Yonkis, la cual, diez días después, ha reaparecido con otro nombre sin que nadie haya importunado a los responsables. Por su parte Kim Dotcom, el dueño de Megaupload, estrenó sin problemas, un año después, el estupendo servidor Mega con más de lo mismo. Por su parte, las webs que ofrecen enlaces de descarga de música y libros ni siquiera han sido apercibidas, al menos las que yo frecuento. Sí he observado lo siguiente: los libros que puede uno bajarse de estas páginas tienen, por lo común, dos años o más de antigüedad y por lo tanto, salvo que sean éxitos de ventas, ya no están en las librerías. Pero estas webs, una o dos veces por semana ofrecen un libro muy reciente. ("Así empieza lo malo", la última novela de Javier Marías, estaba en la red tres días después de su publicación). Y, curiosamente, la novedad suele ser la misma en todas las webs. Es fácil sospechar que esos libros tan nuevos no los sube un particular, sino las propias editoriales como un mecanismo de publicidad encubierta. Si los autores están al tanto o no de la maniobra, lo ignoro, pero mi admirado Javier Marías y los demás deben asumir que no son solo los descargadores ilegales los que lesionan su propiedad intelectual y menoscaban sus ganancias. En cuanto a todo lo demás, uno tiene la impresión de que reina la hipocresía más descarada. Nadie, ningún gobierno, tiene verdadera intención de acabar con la piratería en Internet. Véase si no el calvario de la Ley Sinde y sus pobres resultados, o la intervención simbólica del FBI en contadas ocasiones.

En la película Casablanca, cuando el capitán Renault, por orden del mayor Strasser, cierra el café de Rick, éste pregunta a su amigo por qué lo hace. Renault, con expresión severa, exclama: "¡Qué escándalo, qué escándalo, en este café se juega!" En ese momento un camarero se acerca al policía y dice: "Capitán Renault, sus ganancias".

Fuente: Wikipedia


sábado, 15 de noviembre de 2014

Gire a la izquierda


Un mundo feliz



No encuentro la palabra adecuada para nombrar a quienes nos prometen  felicidad en esta España desvencijada. “Venimos a restaurar la felicidad de los ciudadanos”, han dicho. No parece raro que los cosechadores de votos nos ofrezcan sin pestañear transparencia, honradez o justicia, cosa fácil para aquellos que nunca han tenido oportunidad de gobernar y no se han visto todavía tentados por el robo o la manipulación; y difícil, si no imposible, para los que van a la deriva, hundidos hasta las cachas en el fraude y la malversación del dinero público. ¿Pero felicidad? ¿Quién puede vender felicidad si no es una agencia de viajes, un fabricante de lencería erótica o un ciego que vende el cupón? ¿Acaso piensa alguien incluir algo de esto en su programa electoral? ¿No saben que la felicidad pertenece al individuo y no al pueblo, y no es posible manipular ese bien intangible y difícil de definir que a veces nos otorgan por capricho no sé qué extraños dioses? 

Esta utilización de la felicidad como moneda de cambio no es nueva. Procede de una dudosa interpretación del pensamiento de Aristóteles sobre esta materia. El filósofo afirmó que la felicidad es la prosperidad unida a la excelencia o suficiencia de medios de vida (lo que en parte es cierto, porque es difícil ser feliz desde la miseria), y que los gobiernos podían y debían identificar la felicidad de sus súbditos e imponérsela. 

Los políticos adaptaron estos pensamientos a su conveniencia y no solo se atribuyeron la obligación de impartir justicia sino también la de otorgar felicidad.  Ellos proclamaban: “¿Cuál es el objeto de vuestros trabajos y el término de vuestras esperanzas? ¿No es la felicidad? Pues dejadnos a nosotros ese cuidado, que nosotros os la daremos”. A lo que Benjamin Constant replicaba: "No dejemos que obren así, pidámosles que se contengan en sus límites, que son los de ser justos: nosotros nos encargaremos de hacernos dichosos a nosotros mismos”. Políticos jóvenes y viejos deberían, me parece, aprender la diferencia que existe entre felicidad y bienestar, ya que procurar el bienestar de los ciudadanos sí es su tarea, pero la felicidad es un sentimiento individual que no puede venderse. A fin de cuentas Aristóteles dijo también que solo en la vida contemplativa el hombre puede alcanzar la máxima felicidad, estado que poco o nada tiene que ver con la política.

 Erróneamente se piensa en la felicidad como un objetivo alcanzable por uno o más individuos. Pero solo es un sentimiento caprichoso y fugaz que obedece a causas distintas y cada persona percibe a su manera.